El insostenible desperdicio alimentario: el 17% de los alimentos acaba en la basura

 

Cada habitante del planeta derrocha al año 74 kilos de comida solo en los hogares, advierte un estudio de Naciones Unidas

 

 


El 17% de la comida disponible para los consumidores termina en la basura de los hogares, los comercios, los restaurantes y otros servicios de alimentación. En concreto, alrededor de 931 millones de toneladas de alimentos acabaron desperdiciándose en el mundo en 2019, sin contar las pérdidas generadas durante la producción y transporte. Así lo indica un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) presentado este jueves que denuncia las implicaciones sociales y medioambientales que tiene este derroche. Mientras se pierden esas cantidades ingentes de alimentos, 690 millones de personas en el mundo (casi el 9% de la población) sufre problemas de hambre.

El estudio analiza el desperdicio en tres campos concretos: los hogares, los servicios de alimentación (como los restaurantes) y el comercio minorista. Y concluye que la principal vía de pérdida se localiza en los hogares, que acumulan el 61% de los 931 millones de toneladas de comida desperdiciada en 2019. Le siguen los restaurantes y otros servicios de alimentación (26%) y el comercio minorista (13%).

El informe ha sido elaborado por los analistas del Pnuma y de la ONG británica WRAP. Los autores han elaborado una clasificación de todos los países del mundo (aunque reconocen que solo en medio centenar los datos son realmente de buena calidad). Según sus estimaciones, cada habitante del planeta desperdició de media 121 kilos de comida en 2019. Solo en los hogares, la cifra per capita asciende a 74 kilos de alimentos; en España esa cantidad es algo mayor, 77 kilos, aunque no figura entre los países que más derrochan. El estudio sitúa a Nigeria, con 189 kilos por habitante, como el país en el que más alimentos per capita acaban en la basura en las casas. Llaman la atención los resultados de otros países, como Estados Unidos, con solo 59 kilos por habitante al año.